Pentecostés: Una Celebración para los Peregrinos en el Camino
- Mygration Christian Conference

- Jun 5
- 5 min read
por Orlando Morales Cintrón, Gordon-Conwell Theological Seminary

Pentecostés en las Escrituras
La celebración de Pentecostés ocupa un lugar central en la vida de la Iglesia. Para los pentecostales como yo, y para todos los creyentes en Jesucristo, es un día de plenitud y empoderamiento divino. Pero este poder no es para dominar o promoverse a uno mismo; es un poder íntimamente ligado a la buena noticia de Jesucristo, quien vivió, murió y resucitó para dar vida al mundo [1].
Pentecostés no es sólo una continuación de la Fiesta Judía de las Semanas, sino que también representa una de las temporadas más antiguas y duraderas en el calendario litúrgico cristiano [2]. Como tal, conlleva un profundo significado histórico y teológico—especialmente para los migrantes y peregrinos de hoy. Pentecostés es una de las tres festividades de peregrinación en la tradición hebrea (junto con la Pascua y Sucot) [3]. Eran ocasiones en las que los fieles eran llamados a viajar a Jerusalén—una peregrinación sagrada de adoración, gratitud y renovación.
Por naturaleza, un peregrino es alguien en camino, una persona en movimiento. Los cristianos, también, somos peregrinos—extranjeros en un camino de fe siempre más profunda. No nos conformamos con una religión superficial, sino que buscamos crecer continuamente en el conocimiento y el amor de Dios [4]. En este sentido, la vida cristiana es una peregrinación dinámica, que es tanto espiritual como corporal, teológica e histórica.
Hoy, la realidad de la migración global resuena poderosamente con este tema. Según el Migration Data Portal, las Naciones Unidas estimaron que había 304 millones de migrantes internacionales en todo el mundo en 2024 [5]. Las razones detrás de estos movimientos son diversas: la guerra, la pobreza, las crisis ecológicas, el desplazamiento, la persecución y la búsqueda de una vida digna. Sin embargo, estas historias no son ajenas a las Escrituras. El día de Pentecostés, según se relata en Hechos 2, una asamblea multicultural y multilingüe de peregrinos se reunió en Jerusalén para celebrar la Fiesta de las Primicias. En ese contexto, el Espíritu fue derramado sobre toda carne, y nació la Iglesia.
Esta escena resuena profundamente con la experiencia migrante de hoy. Así como esos antiguos peregrinos llegaron para adorar y celebrar, también los migrantes modernos llevan consigo esperanza: la esperanza de un nuevo comienzo, de saborear las “primicias” de la paz, la seguridad y la comunidad. Si Pentecostés es realmente una celebración del Espíritu que une a un pueblo diverso bajo el señorío de Cristo [6], ¿cómo debería responder hoy la Iglesia a los migrantes y peregrinos de nuestro mundo?
Peregrinos y el Don de Dios para un Reino Multicultural
El teólogo y educador Emilio Álvarez nos recuerda que Pentecostés no es meramente una promesa de poder espiritual individual. Más bien, es el derramamiento del Espíritu que nos hace hijos de Dios—peregrinos y extranjeros en este mundo, caminando hacia un hogar eterno [7]. La Iglesia, por lo tanto, es un pueblo peregrino, cuya peregrinación espiritual está ineludiblemente encarnada y arraigada socialmente.
¿Qué podría ser más fiel a esta visión pentecostal que la Iglesia acompañando a aquellos que están literalmente en peregrinación? Las realidades de la migración, vistas a través del lente de Pentecostés, invitan a la Iglesia a convertirse en una comunidad de acompañamiento—un pueblo que camina con, escucha y defiende a los que están en movimiento. Ser pentecostal, o cristiano informado por la realidad de Pentecostés, es estar inmerso en el mundo como agentes del Reino—comprometidos con la transformación integral y la hospitalidad radical [8]. El Espíritu Santo edifica una comunidad multicultural y multilingüe que encarna el amor de Dios de maneras tangibles. Es una comunidad que no solo proclama buenas noticias, sino que se convierte en buenas noticias: una Iglesia que defiende la dignidad de toda vida humana y que abraza la diversidad no como un problema a resolver, sino como un don a recibir [9].
Peregrinos multiculturales y multilingües en compañía del Espíritu
A principios de la década de 1990, el eticista pentecostal Eldin Villafañe afirmó que la tarea que tenía ante sí la Iglesia Pentecostal Hispana era participar en el “proyecto histórico del Espíritu” [10]. Esa tarea sigue siendo urgente hoy—para todas las iglesias. En un mundo marcado por el desplazamiento forzado y las luchas migratorias, la Iglesia está llamada a ser un pueblo formado por el Espíritu, que camina junto a los desplazados como co-peregrinos.
Pentecostés nos recuerda que el Espíritu fue derramado sobre toda carne—dando a luz a una Iglesia multilingüe, multicultural y que rompe fronteras. Esta es la buena noticia: que en Cristo, Dios nos ha reconciliado no sólo con Él, sino también entre nosotros. Las diferencias culturales y lingüísticas ya no nos dividen, sino que son redimidas en la comunión del Espíritu [11]. Al celebrar Pentecostés, recordemos que ser la Iglesia es ser un pueblo en movimiento—acompañando a otros en amor, empoderados por el Espíritu y proclamando el Reino que ya está irrumpiendo.

SOBRE EL AUTOR:
Orlando Morales Cintrón es un puertorriqueño que reside en Hawái, felizmente casado con Génesis Isaac De León. Posee una Maestría en Ciencias en Consejería Psicológica con enfoque en Familia y actualmente cursa una Maestría en Estudios Teológicos en el Seminario Teológico Gordon-Conwell. Es profesor adjunto de Psicología en UNILIMI y profesor adjunto en la Universidad Chaminade de Honolulu. Además, sirve como líder de jóvenes en IDDPMI Honolulu.
Notas finales:
[1] Emilio Alvarez, Pentecost: A Day Full of Power (Downers Grove, IL: IVP Academic, 2023), 7.
[2] Emilio Alvarez, Pentecost: A Day Full of Power (Downers Grove, IL: IVP Academic, 2023), 9.
[3] Ibid, 10.
[4] Daniel L. Migliore, Faith Seeking Understanding: An Introduction to Christian Theology, 3rd ed. (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing Company, 2014), 5. eBook.
[5] Kenneth S. Reyes, “International Migrant Population (Stocks).” Migration Data Portal. https://www.migrationdataportal.org/themes/international-migrant-stocks-overview#:~:text=According%20to%20the%20UN%2C%20the,from%20275%20million%20in%202020.
[6] Craig S. Keener, Comentario del Contexto Cultural de la Biblia: Nuevo Testamento, trans. Nancy Bedford et al. (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2003), 325.
[7] Emilio Alvarez, Pentecost: A Day Full of Power (Downers Grove, IL: IVP Academic, 2023), 11.
[8] Erick Fernando Tuch Tasej, Misión y Transformación Social: Una Perspectiva Pentecostal (Salem, OR: Publicaciones Kerigma, 2016), 15.
[9] Darío López, La Misión Liberadora de Jesús: El mensaje del Evangelio de Lucas, 3ra ed. (Lima, PE: Ediciones Puma, 2017), 175.
[10] Eldin Villafañe, The Liberating Spirit: Toward an Hispanic American Pentecostal Social Ethic (Eugene, OR: Wipf and Stock, 1992), 215.
[11] Samuel Solivan, “The Holy Spirit —Personalization and the Affirmation of Diversity: A Pentecostal Hispanic Perspective,” Teología en Conjunto: A Collaborative Hispanic Protestant Theology (Louisville, KY: Westminster John Knox Press, 1997), 62.







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